Gastronomía Japonesa

Los japoneses tienen poco espacio, para casi todo. Sus apartamentos son muy pequeños, se encuentran amontonados en ciudades superpobladas. Por esta razón, normalmente no tienen cocina, aunque esto no les importa. Comer en los restaurantes es lo más común entre los nipones. Poco dados a dar muestras de sociabilidad, no les importa hacerlo solos. Al occidental le puede chocar esta forma de vida. 

Un tokiota entre en un establecimiento de comida rápida, pide su bol de arroz «con algo», lo levanta en un gesto que podría ser considerado como fuera de lugar por muchos de nosotros y lo vacía urgentemente en su boca, ayudado por los omnipresentes palillos. El ritual que para un español suele durar incluso horas, gracias a la internacionalmente desconocida y sin traducción «sobremesa», para un japonés se transforma de forma rápida en un trámite de poco menos de diez minutos. La filosófica tranquilidad de los nipones se transforma en ferocidad a la hora de la pitanza. Pero por ello no han descuidado la sorprendente gama de sabores que se puede encontrar en el país donde se dice que nace el sol. Con una base de verduras y pescado, posiblemente es una de la gastronomías más sanas del planeta. Son capaces de domar y cocinar al venenoso pez globo, o fugu, elaborar una curiosa «croqueta de pulpo» o endulzar el postre con un pastel de judías. Itadakimasu?! (¿estamos preparados para la comida?)